miércoles, 1 de febrero de 2012

La vida merece la pena vivirla...


He aprendido a sonreír, a ser fuerte en los momentos más duros, en los momentos en los que las lágrimas recorren las mejillas.


La vida no es justa, ni se hace tu amiga, ni te ayuda, ni te sonríe, no es fácil, pero merece la pena vivirla, luchar por lo que quieres, por tus sueños, que por imposibles que parezcan no lo son, son difíciles, sí, pero es porque realmente valen la pena.
Si no luchas nunca sabrás si puedes ganar. Puedes perder una batalla dos o incluso tres pero nunca una guerra, porque si luchas, si nunca te das por vencido, si jamás tiras la toalla, ganas. Con el paso del tiempo vemos que momentos buenos y momentos malos aparecen, como norma general solemos pensar que los malos son más y peores, pero no nos damos cuentas de que realmente un pequeño instante bueno prevalece sobre, al menos, tres malos. Es en eso en lo que debemos fijarnos, pues los pequeños placeres dan grandes alegrías.


El sol no deja de brillar porque el cielo esté gris, solo hay que saber buscar la luz, afrontar tus preocupaciones, caer de pie frente a un problema, ser maduro, y no pensar que todo se irá sin más, porque por mucho que digan que el destino está escrito tú siempre puedes cambiarlo, todo depende de tus acciones y cuando llegue tu momento de ser feliz, lo serás.

Si caes, levanta la cabeza, y sonríe, pero sonríe de verdad, que los ojos brillen de felicidad, que la vida sea maravillosa, tal y como un día la soñaste, recupera la ilusión. En eso consiste la vida, así que, coge la llave de tu vida, guárdala y sé la única persona dueña de ella.

1 comentario:

  1. ¿Qué sería una vida sin derrotas? sería un aburrimiento. ¿No es más divertido luchar por lo que uno quiere que no conseguirlo a la primera?

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