sábado, 28 de enero de 2012

¡Canta, baila, ríe!




Cierra la puerta, enchufa el equipo de música, y dale al play, sube el volumen más más y más…

Empieza a cantar esa canción que tanto te llena, ponte a bailar hasta que las piernas te tiemblen. No importa si lo haces mal o bien, lo que importa es que eso te transporte a otro lugar, donde todo de lo que huyes desaparezca. Donde no haya lágrimas y puedas reír hasta reventar.

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